Los sabrosos insectos toman el centro del escenario en el Festival Culinario de Hormigas Comestibles de Chiapas

La hormiga voladora nucú, un manjar chiapaneco muy querido, fue la atracción estrella de la Feria Gastronómica del Nucú (Festival Culinario de Hormigas Comestibles) en la ciudad capital de Tuxtla Gutiérrez el fin de semana pasado.
Organizada por el gobierno de la ciudad y el Instituto de Arte y Cultura de Tuxtla (ITAC), la feria gastronómica presentó 50 platillos únicos desarrollados por 40 cocineros y chefs tradicionales, todos ellos con hormigas comestibles nucú (también conocidas como hormigas chicatanas).
Más que un buen comer, la feria incluyó presentaciones sobre las hormigas comestibles como un manjar gourmet, así como talleres sobre cómo prepararlas, e incluso un libro dedicado al tema. Una parte importante de la cocina regional zoque, la hormiga comestible es solo una de las seis especies de insectos que se consumen en Chiapas y 35 en todo el país, dijo Omar Velázquez Toledo, chef y director del ITAC.
"Esta es una costumbre de culturas antiguas", dijo Velázquez sobre el uso de insectos comestibles. La información histórica data de su uso al menos hasta la década de 1920 como ingrediente principal en la cocina regional. Aunque la forma más tradicional de consumir hormigas ha sido durante mucho tiempo hervida o tostada con sal, hoy en día las encontrará incorporadas a la harina para productos horneados, como ingrediente en moles, tamales, ensaladas, dulces y helados.

Un manjar de temporada, el nucú, o hormigas voladoras de la zona, vuelan de sus nidos al comienzo de la temporada de lluvias cuando son "cazadas" por familias locales, muchas de las cuales han pasado generaciones recolectando insectos en el área. Los nucú, también llamados zompopo, nacasmá, tzim tzim y cocosh por los pueblos originarios de Chiapas, son conocidos más comúnmente como hormigas chicatanas en el resto del país. La mano de obra necesaria para recolectar solo unos pocos gramos de hormigas o sus huevos (otro manjar gourmet), significa que su próxima tortilla de hormigas no será barata: se puede vender por casi 1,500 pesos (US $75) el kilo en los mercados de todo México.
En la última década, muchas organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas, han pedido a los países que incorporen más insectos en sus dietas nacionales para combatir el hambre en el mundo. Las chicatanas ligeramente crujientes con sabor a maní son ciertamente ricas en proteínas y nutrientes, y pueden proporcionar muchos beneficios para los humanos, incluida la mejora del sistema digestivo. Pero mientras los chefs y comensales ooh y ahh sobre las hormigas como ingrediente gourmet, los científicos advierten que las poblaciones de hormigas están disminuyendo, en parte debido a la recolección excesiva por parte de los humanos y en parte a la pérdida de hábitat.
Con información de EFE