Ataques contra mayoristas cierran venta de pollo en la capital de Guerrero

Una serie de asesinatos está dificultando la compra de pollo fresco en los mercados de Chilpancingo, Guerrero.
Ocho personas, siete hombres que trabajaban en la industria avícola y la hija de 12 años de uno de ellos, fueron asesinadas la semana pasada, lo que provocó el cierre de prácticamente todos los puestos de pollo en los principales mercados de la capital del estado.
El distribuidor de pollo fresco Tomás Ramírez fue la primera víctima, asesinada a balazos el lunes 6 de junio en el mercado central Baltazar R. Leyva Mancilla. Los dueños de los puestos de pollos le dijeron al periódico Reforma que Ramírez solo había regresado a Chilpancingo tres días antes de ser asesinado, luego de abandonar la ciudad debido a amenazas. La noche del homicidio, hombres armados incendiaron seis vehículos de transporte público en Chilpancingo, informó el diario El Universal.
Otro trabajador de la industria avícola fue asesinado en el mismo mercado el jueves pasado. Dos hombres armados mataron a un empleado de una empresa de distribución de pollo cuando salía del mercado en un camión de reparto. Otro hombre en el mismo camión resultó herido.

Dos días después se produjo una masacre en una granja avícola de Petaquillas, comunidad del municipio de Chilpancingo. Hombres armados mataron al propietario de una granja y distribuidor de pollos Víctor Vega, a su hija de 12 años y a cuatro empleados de la granja en un ataque descarado el sábado por la mañana. Otros dos empleados resultaron heridos. Reforma informó que una de las víctimas del asesinato fue Víctor Vázquez, medio hermano del distribuidor de pollos asesinado Tomás Ramírez.
Los puestos de pollo en los seis mercados más grandes de Chilpancingo cerraron en respuesta a los tres ataques, cuyos motivos no se han establecido claramente. El Universal informó que una sección del mercado central donde se ubican más de 30 puestos de pollo permaneció vacía el lunes por la tarde. "No hay vendedores ni compradores. Casi nadie camina por allí," dijo.
Reforma informó que policías estatales, soldados y miembros de la Guardia Nacional visitaron el mercado el sábado por la tarde y tomaron fotografías de puestos de pollo vacíos. Un vendedor le dijo al periódico el domingo que las ventas han disminuido en todos los puestos desde el asesinato de Ramírez.
Uno de los otros mercados de Chilpancingo donde los puestos de vendedores de pollo han estado cerrados en los últimos días es el mercado de San Francisco. Una empleada de una carnicería ubicada a las afueras del mercado dijo el domingo que vendía carne de cerdo y res, pero no pollo porque no había llegado ninguna. "No sabemos cuándo habrá [más]", dijo.

En el mercado central, donde el único pollo disponible el lunes era el sobrante de caldo congelado, un vendedor le dijo a El Universal que nadie sabe cuándo se reanudará la distribución de pollo fresco y cuándo reabrirán los puestos que venden el producto. También dijo que los dueños de los puestos no tenían garantías de que no serían atacados por delincuentes.
A la luz de la reciente violencia, el gobierno de Guerrero anunció que reforzaría la seguridad en la capital, pero la presencia policial en el mercado central el lunes fue mínima. De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia del Estado, en Chilpancingo operan dos organizaciones criminales, Los Ardillos y Los Tlacos.
El diario El Sur citó a una fuente anónima que les dijo que los ataques son el resultado de una tregua entre los dos grupos criminales que se rompió por el asesinato del líder de los transportistas de Guerrero, Francisco García Marroquín, el 31 de mayo en Chilpancingo. La fuente le dijo a El Sur que García era cercano a Los Tlacos.
Sin embargo, el ex obispo de la diócesis de Chilapa-Chilpancingo, Salvador Rangel, afirmó que los recientes ataques contra trabajadores de la industria avícola fueron cometidos por un tercer grupo que busca desplazar a los otros dos. Rangel, quien tiene un conocimiento íntimo del crimen organizado en Guerrero, no nombró a la organización, pero afirmó que las autoridades están al tanto de ello.
"Esto nos afectará a todos", dijo un vendedor del mercado central, refiriéndose a los recientes tiroteos en la capital del estado. "La gente no viene [a comprar], tiene miedo.”
Con reportajes de Reforma, El Universal y El Sur