Vendedores de gasolina robada superan 4 a 1 a gasolineras en la México-Querétaro

Hay 64 puntos en los que se puede comprar combustible robado en la carretera Ciudad de México-Querétaro en comparación con solo 15 estaciones de servicio, según un recuento del periódico Reforma.
Los vendedores de combustible robado instalaron puntos de distribución improvisados a un costado de la carretera donde venden 25 litros de gasolina por 13 pesos (US.0,66) el litro, un descuento de más del 40% en comparación con los precios de las gasolineras. También venden contenedores de diesel de 25 litros con descuentos similares.
Las compras de cantidades más pequeñas de combustible no son posibles, dijo Reforma. La mayoría de los vendedores ilegales, ladrones de combustible o suministrados por ladrones, se encuentran entre Jilotepec, estado de México, y la plaza de peaje de Palmillas en San Juan del Río, Querétaro.
Cubren sus suministros con lonas negras, informó Reforma, pero por lo demás operan a la vista de los automovilistas que pasan. Sin embargo, los vendedores ilícitos operan con impunidad, dijo el periódico.
Reforma también informó que se está vendiendo combustible robado en la autopista Ciudad de México-Puebla. Contó seis puntos de distribución ilegal en un tramo de cuatro kilómetros de carretera entre Río Frío, estado de México, y San Martín Texmelucan, Puebla.
San Martín, que ha sido descrita como la capital huachicolera de México, o capital del robo de combustible, es parte del llamado Triángulo Rojo, una región de Puebla que es conocida por la explotación de oleoductos estatales.
La venta de combustible robado no se limita a los puntos de distribución ilícita. Algunas estaciones de servicio también venden combustible robado, y algunas han sido cerradas por hacerlo.
El presidente López Obrador reconoció la semana pasada que el combustible robado todavía se vende en las carreteras de la nación a pesar de la represión del gobierno contra el robo de combustible. Pidió a los ciudadanos que "no apoyen estas actividades ilegales que también son muy riesgosas.”
Las explosiones en oleoductos que han sido intervenidos por ladrones de combustible son relativamente comunes en México, y una en Hidalgo en 2019 mató a casi 140 personas.
El gobierno federal ha reducido drásticamente el robo de combustible desde que asumió el cargo a fines de 2018, pero los datos muestran que los grifos de tuberías aumentaron un 14,6% en el primer trimestre de 2022 en comparación con el mismo período del año pasado.
Con informes de Reforma