Controvertido y excéntrico obispo de Ecatepec sucumbe a la COVID

El primer obispo de Ecatepec – un ex abogado, corredor de bolsa y banquero que fundó el grupo financiero Inbursa con la persona más rica de México, Carlos Slim – murió de complicaciones relacionadas con la COVID-19 el lunes por la noche.
Onésimo Cepeda Silva, de 84 años, fue ungido obispo de Ecatepec en 1995 y permaneció en el cargo hasta su retiro en 2012.
Nació en la Ciudad de México en 1937 y se convirtió en sacerdote en 1970. Su muerte se produjo semanas después de su ingreso en el hospital en estado grave.
El ex líder de la Iglesia Católica era una figura más grande que la vida, ampliamente conocido por sus puntos de vista controvertidos, su comportamiento excéntrico, su riqueza y sus vínculos con el otrora omnipotente Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional y algunos de los empresarios más poderosos e influyentes de México.
Para Cepeda, la separación de la iglesia y el estado era "una tontería", el aborto era un asesinato y el Partido izquierdista de la Revolución Democrática, cuyo logotipo muestra un sol brillante, era un partido con "un sol más oscuro que la luna.”

Su mandato de 16 años como obispo de Ecatepec estuvo marcado por la controversia: fue acusado de interferir en las elecciones presidenciales de 2006; el Vaticano lo denunció por predicar a favor del PRI; defendió a un cardenal acusado de encubrir la pedofilia en la iglesia; se enfrentó con la ex alcaldesa de la Ciudad de México, Rosario Robles, por la despenalización del aborto; criticó al ex líder zapatista Subcomandante Marcos; los medios de comunicación alegaron que usó su cargo para obtener ganancias financieras; y coqueteó con la idea de postularse para un cargo político.
Cepeda también fue identificada con un escándalo de lavado de dinero que implicaba un supuesto préstamo de US supposed 130 millones a una empresaria y una colección de arte que contenía obras de artistas de renombre como Frida Kahlo, Diego Rivera, Pablo Picasso, Salvador Dalí y Francisco de Goya. Se presentó una denuncia formal en su contra ante la Fiscalía General de la Ciudad de México, pero nunca fue arrestado ni condenado por ningún delito.
El ex obispo, nombrado a la recién formada diócesis de Ecatepec por el Papa Juan Pablo II, también atrajo la atención por su vestido ostentoso (incluido su collar cruzado de gran tamaño), su amor por las corridas de toros, el golf y los vinos finos, sus arreglos de seguridad – tenía guardaespaldas y viajaba en un vehículo blindado con una ametralladora debajo de su asiento, según un informe – y las fiestas que organizó.
Su riqueza le valió el apodo de millonésimo, que se traduce aproximadamente como el hombre del millón de dólares. Cuando se le preguntó en sus últimos años cómo le gustaría ser recordado, Cepeda respondió como "un amigo de los pobres", que describe a muchos de los feligreses a los que sirvió en Ecatepec, un municipio densamente poblado adyacente a la Ciudad de México que está plagado de delincuencia y pobreza.
Pero en una evaluación contundente de su carácter, el periódico Milenio declaró que Cepeda no era así. En cambio, puede describirse más acertadamente como un hombre religioso" excéntrico "y" extravagante", con talento y pasión por codearse con los ricos y poderosos de la nación, y un amor y aprecio por la buena vida.
El ex obispo será enterrado en el Panteón Francés, o Cementerio Francés, en la Ciudad de México.
Con reportajes de Milenio, El País e Infobae