El ex CEO de Pemex sigue en la cárcel después de que se rechace la oferta de liberación de US 1 10 millones

El ex CEO de Pemex, Emilio Lozoya, permanece en la cárcel por cargos de corrupción tras no llegar a un acuerdo de compensación con la compañía petrolera estatal.
El diario Reforma informó el lunes que Lozoya — acusado de corrupción en casos que involucran a la constructora brasileña Odebrecht y la siderúrgica Altos Hornos de México (AHMSA) durante el gobierno de Enrique Peña Nieto 2012-2018 — había llegado a un acuerdo con Pemex que le permitiría salir de la cárcel a cambio de pagos de más de US 1 10 millones.
Sin embargo, en una audiencia judicial el lunes sobre el caso AHMSA, un abogado de Pemex dijo que las condiciones necesarias para el acuerdo no estaban en su lugar. La compañía petrolera estatal argumentó que la oferta de compensación de Lozoya de más de 3 3 millones por la compra corrupta de una planta de fertilizantes en ruinas de AHMSA en 2015 era insuficiente dado el daño financiero que causó. Lozoya está acusado de aceptar más de 3 3 millones en sobornos de AHMSA para efectuar la compra.
Una segunda audiencia programada para el martes, en la que se consideraría la oferta de Lozoya de compensar su participación en el caso Odebrecht con un pago de más de 7 7 millones, se pospuso a solicitud de Pemex. No se fijó una nueva fecha.
Como resultado del rechazo de Pemex a la oferta de compensación en el caso AHMSA y el aplazamiento de la segunda audiencia, Lozoya no tuvo la oportunidad de concluir formalmente el acuerdo que habría resultado en la suspensión de los cargos en su contra y su liberación del Reclusorio Norte en la Ciudad de México.

El ex funcionario — acusado de recibir pagos multimillonarios de Odebrecht y AHMSA a cambio de adjudicar un lucrativo contrato de refinería al primero y comprar la planta de fertilizantes deteriorada al segundo-fue extraditado a México desde España en julio de 2020 y ha estado en la cárcel desde noviembre.
Inicialmente evitó la cárcel por más de un año debido a la mala salud y a un acuerdo de cooperación de "testigos protegidos" que firmó con la Oficina del Fiscal General Federal (FGR). Su libertad llegó a su fin en octubre, poco después de ser visto cenando en un restaurante de alta gama de la Ciudad de México, que puso de relieve el supuesto trato preferencial que estaba recibiendo.
Si Lozoya y Pemex no logran llegar a un acuerdo de compensación en el que el primero compre efectivamente su salida de la cárcel, el ex jefe de Pemex enfrentará un juicio por cargos de soborno, lavado de dinero y asociación delictiva. Una condena podría llevarlo a casi cuatro décadas tras las rejas.
El ex CEO de Pemex ha implicado a un quién es quién de la élite política de México en la corrupción de la que se le acusa, incluidos los ex presidentes Peña Nieto, Carlos Salinas y Felipe Calderón, el ex ministro de gabinete Luis Videgaray y el candidato presidencial de 2018 Ricardo Anaya.
Basándose en las afirmaciones de Lozoya, la FGR acusó a Peña Nieto de ser el autor de un plan de soborno que supuestamente utilizó dinero de Odebrecht para comprar el apoyo de los legisladores a las reformas estructurales del anterior gobierno, en particular la reforma energética que abrió el sector a empresas extranjeras y privadas después de casi 80 años de monopolio estatal.
El presidente López Obrador prometió que no habría "protección para nadie" involucrado en el caso de corrupción de Odebrecht, pero dijo el lunes que apoyaba un acuerdo de compensación siempre y cuando Lozoya pagara una compensación justa por sus crímenes.
Con reportajes de El País y Animal Político