4 estados gobernados por la oposición se niegan a distribuir nuevos libros de texto

La controversia sobre los nuevos libros de texto escolares de México continúa, con cuatro gobernadores estatales de la oposición diciendo que bloquearán la distribución de los libros de texto en las escuelas.
Los gobernadores de Chihuahua (PAN), Coahuila (PRI), Jalisco (MC) y Yucatán (PAN) se han comprometido a no distribuir los libros de texto, mientras que el gobernador de Guanajuato (PAN) dijo que su estado complementará la enseñanza con material complementario.
La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, fue la primera en rechazar los libros la semana pasada, calificándolos de “basura”.
El lunes, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, dijo que su estado no distribuirá los libros “mientras no haya una resolución judicial” de un caso ante la Corte Suprema sobre si debe detenerse la producción de los libros, aunque enfatizó que la decisión fue tomada. por razones administrativas, no ideológicas.
El secretario de Educación de Coahuila, Francisco Saracho Navarro, y el secretario de Educación de Yucatán, Libario Vidal Aguilar, también culparon al caso judicial por la negativa de sus estados a distribuir los libros. Saracho Navarro agregó que Coahuila está realizando consultas con expertos, maestros y padres de familia para revisar y complementar el contenido de los libros.
Funcionarios estatales en Guanajuato y Durango, controlado por el PRI, expresaron su preocupación por los libros, pero dijeron que no bloquearían su distribución, en parte debido a la preocupación de que los estudiantes en áreas remotas no tengan acceso a ningún otro material educativo.
Los libros de texto, producidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP), han sido criticados por su supuesto contenido ideológico, así como por varios errores fácticos y gramaticales y una disminución del contenido en materias básicas como matemáticas y español.
Un tribunal administrativo de la Ciudad de México ordenó a la SEP suspender la impresión de los libros en mayo en respuesta a una medida cautelar presentada por la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), una de las organizaciones conservadoras más antiguas de México, formada inicialmente para combatir la secularización de la educación ordenada por la Constitución de 1917.
La SEP ha interpuesto un recurso de apelación contra la decisión, que fue remitido a la Corte Suprema.
La semana pasada, la ministra de Educación, Leticia Ramírez, insistió en que la SEP nunca fue “notificada oficialmente” de la decisión del tribunal inferior. Agregó que el resultado del caso de la Corte Suprema puede ser intrascendente, ya que los libros ya están impresos y llegando a los almacenes regionales para su distribución.
Sin embargo, el lunes, los coordinadores del partido de la Cámara de Diputados de la coalición política opositora Va Por México anunciaron que pretenden presentar una acción de inconstitucionalidad contra los libros en la Corte Suprema de Justicia en los próximos días.
Hicieron un llamado a padres y ciudadanos a rechazar los libros, que aseguran “buscan adoctrinar” a los niños mexicanos con la ideología izquierdista de Morena, el partido gobernante del presidente Andrés Manuel López Obrador. Un grupo de padres encabezado por la diputada federal del PRI Cynthia Iliana López Castro bloqueó la sede de la SEP en protesta y convocó a acciones colectivas similares el 21 de agosto.
Cuando se le preguntó sobre el tema en su conferencia de prensa del martes por la mañana, el presidente López Obrador se mantuvo fiel a los libros de texto y desestimó las acciones de la oposición como politiquería sectaria.
“[La oposición] habla de cómo los libros van a inyectar el virus del comunismo. Eso es grotesco, es un absurdo”, dijo AMLO y agregó que el Ejecutivo tiene el derecho constitucional de diseñar y distribuir materiales educativos.
“Vamos a ver qué piensa la gente; ellos se van a expresar, a manifestar, si están de acuerdo o en desacuerdo”, dijo.
El artículo 113 de la Ley General de Educación de México establece que la autoridad educativa federal tiene la facultad exclusiva de “crear, publicar, actualizar y distribuir” libros de texto y otros materiales educativos gratuitos a las entidades federativas “mediante procesos que permitan la participación de los diversos sectores sociales involucrados”. En educación."
With reports from El Universal, La Jornada and Zeta Tijuana