Las precipitaciones en México en lo que va del año están 30% por debajo de los niveles de 2022

México ha visto menos lluvias en lo que va del año en comparación con los niveles registrados en 2022, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Entre el 1 de enero y el 16 de julio de 2023, los niveles promedio de lluvia cayeron un 30 % en comparación con el año pasado. Además, del 1 de octubre de 2022 al 16 de julio de 2023, el déficit fue un 25,6% inferior al promedio de largo plazo de 1991 a 2020.
“Del 1 de octubre de 2022 al 16 de julio de 2023 se acumularon 308,5 mm, lo que representa un déficit de 107,2 mm, o 25,8 % por debajo del promedio con respecto al período climatológico 1991-2020 del 1 de octubre al 16 de julio (415,7 mm)”, señaló la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en su reporte semanal.
Enfrentado a niveles más bajos de precipitaciones, el gobierno mexicano ha lanzado la última fase de un proyecto de siembra de nubes que podría aumentar las precipitaciones.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), la siembra de nubes podría recargar acuíferos y embalses rurales en algunas regiones de Sonora, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Chihuahua y Aguascalientes al aumentar las precipitaciones durante el verano y la temporada otoño-invierno de 2023-24.
Esta técnica se ha utilizado en México durante décadas y utiliza productos químicos como el yoduro de plata para promover la lluvia. En un comunicado emitido en 2021, la SADER reclamó una tasa de éxito del 98 % para la siembra de nubes y un aumento del 40 % en las precipitaciones.
Sin embargo, el periódico británico The Guardian informó que los agricultores han dicho que preferirían que el gobierno invirtiera en formas de utilizar los recursos hídricos de manera más eficiente.
“Preferiríamos que el gobierno recuperara la inversión en las redes de distribución de riego para aumentar la eficiencia y ahorrar agua”, dijo a The Guardian un agricultor llamado Álvaro Bous Cabrera.
Científicos de la Universidad Nacional Autónoma (UNAM) también han puesto en duda la efectividad del programa de siembra de nubes.
“No hay evidencia de que las técnicas de siembra de nubes aumenten las precipitaciones sobre áreas de importancia económica, ni hay certeza fuera de las zonas objetivo”, dijo el Instituto de Ciencias Atmosféricas de la UNAM en un comunicado. “En definitiva, es importante mencionar que el uso potencial de estas tecnologías debe estar estrechamente ligado a la adecuada gestión de los recursos hídricos de tal manera que exista una adecuada relación costo/beneficio”.
La falta de lluvia también se relaciona con el inicio de la canícula o “canícula de verano”, dijo la Conagua en un informe difundido el viernes, “cuando disminuyen las lluvias y hay un leve aumento de la temperatura”.
Este período que ocurre anualmente no debe confundirse con una ola de calor, que generalmente alcanza sus temperaturas más altas antes del comienzo de la temporada de lluvias.
En México, este fenómeno ocurre en todo el país y puede provocar olas de calor que duran 20 días. Mientras tanto, el noroeste ha visto el comienzo del monzón mexicano, que también afecta al suroeste de los Estados Unidos cada verano.
With reports from The Guardian, El Economista, Forbes Online and El País