Comisión del T-MEC recomienda investigación ambiental sobre Tren Maya

El Secretariado de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) recomendó una investigación sobre el impacto ambiental causado por la construcción del Tren Maya.
La CCA es el grupo de vigilancia establecido por el Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte, un tratado paralelo de la era del TLCAN entre México, Estados Unidos y Canadá que fue absorbido por el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA) en 2020. La Comisión para La investigación de Cooperación Ambiental busca evaluar el procedimiento por el cual el gobierno mexicano evaluó el impacto ambiental del Tren Maya.
La recomendación se dio luego de que Moce Yax Cuxtal, un grupo ambientalista de Quintana Roo, y otros activistas locales presentaran una petición a la CCA en 2022. Moce Yax Cuxtal afirma que la construcción del Tramo 5-sur del Tren Maya viola los requisitos ambientales establecidos en el T-MEC.
El tramo discurre por los municipios de Solidaridad y Tulum, Quintana Roo, donde existen importantes áreas de interés geológico, entre ellas cenotes (cavernas subterráneas) y quebradas superficiales, entre ellas el sistema submarino Sac Actun-Dos Ojos, que constituye un recurso fundamental para la ecosistema local.
La falta de protección del ecosistema es una violación de la constitución mexicana, así como una violación de las leyes de calidad del agua, uso de la tierra y protección de la vida silvestre. Activistas ambientales en la región sureste han afirmado que el proyecto de infraestructura causará daños irreversibles a uno de los ecosistemas más frágiles del país.
La evaluación tiene como objetivo proporcionar “un expediente de hechos [que] ayudará al público a comprender el procedimiento detrás del estudio de impacto… y las medidas implementadas [por el gobierno mexicano] para proteger el medio ambiente”, dijo la CCA en un comunicado.
La CCA preparará un informe de impacto completo si al menos dos miembros del consejo de tres personas le dan instrucciones para que lo haga. El panel está compuesto por un miembro de cada uno de los tres países del tratado.
México afirma que el proyecto ha cumplido con todos los requisitos legales y ha realizado correctamente un estudio de impacto ambiental. Ha negado haber violado cualquier legislación, diciendo que los permisos pertinentes se habían otorgado antes del comienzo de la construcción.
Este revés es el último de una serie de problemas para el controvertido tren. A principios de este mes, un juez emitió una medida cautelar contra la importación de balasto para el ferrocarril, luego de que un buque de carga dañara un arrecife de coral protegido cerca de Puerto Morelos.
Cuando esté terminado, el Tren Maya de 1,460 kilómetros (907 millas) tendrá 18 estaciones y recorrerá los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Con informes de El Economista y CEC