La Corte Suprema dictamina que el control militar de la Guardia Nacional es inconstitucional

La Corte Suprema de Justicia (SCJN) dictaminó el martes que la transferencia del control de la Guardia Nacional de la Secretaría de Seguridad Civil (SSPC) a la Secretaría de la Defensa (Sedena) era inconstitucional, una decisión que el presidente López Obrador afirmó que se basó en un sesgo político y no criterios legales.
El Congreso federal aprobó en septiembre pasado un proyecto de ley respaldado por el presidente que modificó cuatro leyes secundarias y allanó así el camino para que la fuerza de seguridad pasara a estar bajo el control de las fuerzas armadas.
López Obrador argumentó que la Guardia Nacional necesitaba estar bajo el control de los militares para prevenir la corrupción y garantizar el profesionalismo de la fuerza.
En ese momento, los senadores de la oposición impugnaron la legislación aprobada por el partido gobernante Morena y sus aliados, argumentando que era inconstitucional. La Guardia Nacional se estableció en 2019 bajo un comando civil consagrado constitucionalmente.
Ocho de los 11 jueces de la Corte Suprema acordaron el martes que el proyecto de ley de reforma era inconstitucional.
El tribunal señaló en un comunicado que había invalidado la transferencia a la Sedena del control “orgánico, administrativo, presupuestario y gerencial” de la Guardia Nacional ya que la constitución “establece expresamente” que la fuerza “será una entidad civil” y que su “ acciones, planes y programas” son responsabilidad del Ministerio de Seguridad civil.
La Corte Suprema también invalidó la facultad del ministro de Defensa federal de nombrar al jefe de la Guardia Nacional y la regla de la reforma de que la Guardia debe estar encabezada por un oficial militar de alto rango.
Además, el tribunal dictaminó que el personal de la Guardia Nacional que antes era policía militar no puede seguir siendo considerado miembro activo de las fuerzas armadas ya que esa situación “distorsiona el carácter civil” de la Guardia y viola la constitución.
El juez de la Corte Suprema Javier Laynez, uno de los ocho que votaron para invalidar la transferencia de control, dijo que dar la responsabilidad operativa y administrativa de la Guardia Nacional a la Sedena equivalía a un “fraude” constitucional.
El fallo de la corte asesta un golpe significativo a López Obrador, quien ha dependido en gran medida de las fuerzas armadas para la seguridad pública y una variedad de otras tareas no tradicionales desde que asumió el cargo a fines de 2018.
Sin control militar, ha argumentado el presidente, la Guardia Nacional corre el riesgo de sucumbir a la corrupción, como afirma que ocurrió con la extinta Policía Federal.
López Obrador dijo la semana pasada que declarar inconstitucional el traspaso del control de la Guardia Nacional a la Sedena sería un “grave” y “enorme” error. Instó a los magistrados de la SCJN a tener en cuenta que la Policía Federal había sido “completamente viciada” y “corrompida” bajo el liderazgo civil, incluido el del exministro de seguridad Genaro García Luna, quien fue condenado en Estados Unidos por cargos de narcotráfico a principios de este mes. año.
Los fiscales estadounidenses argumentaron que García Luna recibió millones en sobornos y se confabuló con el Cartel de Sinaloa para proteger sus actividades de narcotráfico en México y Estados Unidos.
En su rueda de prensa matutina del miércoles, el presidente afirmó que los ocho magistrados que invalidaron el traspaso de control “actuaron de manera partidista”, empleando criterios políticos y no legales y “defendiendo las viejas prácticas del régimen autoritario y corrupto”.
La Corte Suprema “respondió a los intereses” de la élite y no escuchó “la voz del pueblo”, dijo López Obrador.
Partidos de oposición, críticos del gobierno y algunas organizaciones de derechos humanos señalaron la transferencia del control de la Guardia Nacional al Ejército como otro ejemplo de la militarización de México que dicen ha ocurrido durante el actual gobierno.
El presidente del Partido Acción Nacional, Marko Cortés, dijo en Twitter que la decisión de la Corte Suprema de este martes fue un “triunfo frente al autoritarismo de Morena”.
Alejandro Moreno, diputado federal y presidente del Partido Revolucionario Institucional, dijo que el fallo era una “buena jugada para garantizar el carácter civil de la Guardia Nacional”.
“Por eso votamos en contra [del traspaso de control] en la Cámara de Diputados y en el Senado. La militarización no es la solución a los problemas de la nación. Construir un México más seguro y pacífico es posible a través de la institucionalidad civil”, escribió en Twitter.
López Obrador, quien se comprometió a retirar a los militares de las calles del país antes de asumir el cargo, ha negado la afirmación de que está militarizando el país, a pesar de poner a la Guardia Nacional bajo el control de la Sedena y dar a las fuerzas armadas la responsabilidad de una amplia gama de tareas, incluidas las públicas. la seguridad, la construcción de infraestructuras y la gestión de aduanas y puertos.
Casi 130.000 efectivos de la Guardia Nacional y decenas de miles de soldados e infantes de marina están desplegados en todo México para llevar a cabo tareas de seguridad pública, pero los delitos violentos, incluidos los homicidios, siguen siendo un problema importante en algunas partes del país.
El gobierno también está tratando de abordar las causas profundas del crimen a través de la distribución del bienestar y la provisión de programas sociales tales como un plan de aprendizaje para jóvenes y un programa de empleo de plantación de árboles.
La Guardia Nacional ha sido criticada por carecer de capacidad para investigar delitos, y la conducta de algunos de sus miembros ha sido objeto de investigaciones penales. Los guardias están acusados de matar a dos personas, incluida una adolescente embarazada, en un ataque supuestamente no provocado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el domingo pasado.
With reports from El Financiero, El País and Infobae