20,000 chiapanecos quedan apátridas mientras Oaxaca vota para cambiar la frontera

Aproximadamente 20.000 personas que antes eran de Chiapas ya no saben en qué estado viven después de que el congreso del estado de Oaxaca votara el miércoles para modificar la frontera con su estado vecino.
La votación cumple con un fallo de marzo de 2022 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México, que ordenó la devolución de un territorio de 162,000 hectáreas conocido como Chimalapas a las comunidades indígenas zoques de Oaxaca.
Desde la sentencia del año pasado, las comunidades zoques han protestado para exigir que el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, cumpla con el mandato de la SCJN.
El fallo fue el resultado de una campaña de décadas liderada por las comunidades zoques de San Miguel y Santa María Chimalapa, quienes presentaron una medida cautelar ante la SCJN en 2012, argumentando que sus territorios legítimos habían sido invadidos por ganaderos y madereros de Chiapas.
Sin embargo, el cambio de frontera también afecta a varias comunidades no zoque que se asentaron posteriormente en la zona: Rodulfo Figueroa, Belisario Domínguez, Cal y Mayor. El Instituto Nacional Electoral (INE) ha dejado de expedir credenciales a los 20.000 habitantes de estas zonas hasta que se confirme si son oaxaqueños o chiapanecos.
“El gobierno de Chiapas no puede oponerse a una orden judicial”, dijo Geovany Vásquez Sagrero, jefe de la Oficina de Asesoría Jurídica de Oaxaca. “Sin embargo, sinceramente, tenemos que decir que hay una franja en la parte sur [del área afectada] que ya no tiene nada que ver con Chimalapas”.
Vásquez reconoció que estas comunidades se ven a sí mismas como chiapanecas pero dijo que están en conversaciones para que acepten ser parte de Oaxaca.
La nueva frontera Oaxaca-Chiapas comenzará en la península de Tonalá a 16 grados de latitud norte, se dirigirá al norte hasta el Cerro del Chilillo, continuará al noroeste hasta el Cerro de La Jineta, luego al noreste hasta el Cerro de los Martínez, en la zona de la triple frontera con Veracruz.
El área afectada está cubierta de bosque denso y es considerado uno de los ecosistemas con mayor biodiversidad en las Américas.
La disputa fronteriza comenzó en 1950, cuando el gobierno de Chiapas otorgó cinco concesiones madereras a dos empresas, lo que les permitió apoderarse de 100.000 hectáreas de bosque comunal pertenecientes a las comunidades zoques.
Para legitimar estas concesiones, los territorios comunales fueron redesignados como tierras nacionales en el municipio de Cintalapa, Chiapas. Posteriormente, el gobierno de Chiapas otorgó espacios dentro de estas áreas a comunidades tzotziles desplazadas de los Altos de Chiapas.
Si bien el conflicto se resolvió temporalmente en 1967 con una resolución presidencial que reconoció y tituló la propiedad comunal, volvió a estallar tras la creación del municipio chiapaneco de Belisario Domínguez en 2011.
En 2018, la anterior legislatura chiapaneca creó la “Comisión Especial para atender el caso Chimalapas”, que buscaba preservar la región de Chimalapas como parte de Chiapas.
Sin embargo, esta comisión se ha negado a hacer ningún comentario sobre el fallo de la SCJN a favor de Oaxaca y anunció que ya no están en el cargo.
Con reportes de El Heraldo de Chiapas