A pesar de la ley de 2022, la mayoría de las trabajadoras del hogar aún carecen de los beneficios del IMSS

A pesar de los aumentos de alto perfil en el salario mínimo y el número de días de vacaciones anuales para los empleados, el 95% de los trabajadores domésticos en México aún no se han afiliado a los programas de seguridad social, según los sindicatos.
En 2022, la Corte Suprema aprobó una ley que requería que las trabajadoras del hogar estuvieran inscritas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el organismo que brinda atención médica y pensiones a los trabajadores mexicanos.
La atención médica en México es proporcionada por el gobierno, pero los trabajadores deben estar inscritos oficialmente y hacer contribuciones regulares al plan a través de impuestos para recibir asistencia. Las opciones de atención médica privada son inasequibles para la mayoría de los trabajadores domésticos.
El 30 de marzo es el Día Nacional de las Trabajadoras del Hogar, pero en 2023, se estima que el 70% de las trabajadoras ganan menos del salario mínimo, entre 239 pesos (US $ 13,20) y 312 (US $ 17,23) pesos por día (para trabajadores en la frontera de EE. UU.) .
México cuenta con alrededor de 2.5 millones de trabajadoras domésticas, la gran mayoría (2.25 millones) de ellas, mujeres, y generalmente se desempeñan como limpiadoras y cuidadoras, según estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Hasta el momento, solo alrededor de 56,000 trabajadores de este ramo se han inscrito exitosamente en el IMSS, según el Centro Nacional para la Formación y Liderazgo Profesional de las Trabajadoras del Hogar. Este número representa menos del 2,3% de los trabajadores elegibles.
Muchos trabajadores domésticos también tienen múltiples empleadores: trabajan en tres o cuatro hogares diferentes durante una semana, lo que significa que no está claro qué empleador debe asumir el costo de pagar sus contribuciones a la seguridad social.
Esta situación se complica aún más por el hecho de que muchos empleadores no quieren pagar el costo o lidiar con los requisitos burocráticos de estar registrados como empleadores en el sistema IMSS, y muchos trabajadores prefieren ver el dinero extra que se destinaría a las contribuciones al IMSS en sus bolsillos A menudo también se les paga en efectivo, sin ningún recibo o documentación oficial de pago que demuestre que están empleados.
Esto ha creado un entorno en el que, a pesar de algunos aumentos salariales, el personal doméstico todavía se queda al margen en lo que respecta a los beneficios de la seguridad social.
El Sindicato Nacional de Trabajadoras del Hogar de México (Sinactraho) ha estado luchando arduamente por miembros, tratando de inscribirse y ayudar en lo posible, pero la naturaleza informal del sector significa que puede ser difícil medir la verdadera escala del problema.
Sinactraho también señala que muchos trabajadores carecen de protecciones laborales y contratos, lo que significa que su precaria situación se ve agravada por el hecho de que pueden ser despedidos en cualquier momento, lo que eliminaría su elegibilidad para el IMSS.
Ahora se vislumbra en el horizonte una batalla por salarios más altos, pero antes de ganar nuevas concesiones, será necesario asegurarse de que los trabajadores puedan disfrutar de los beneficios de las batallas que ya ganaron.
Con reportes de SEMmexico y El Economista