Jóvenes encarcelados tras intentar huir de boda forzada en Guerrero

Dos niñas de 14 años fueron encarceladas durante más de 24 horas a principios de esta semana después de que intentaron huir de su ciudad natal en Guerrero para evitar matrimonios forzados inminentes.
Los adolescentes indígenas mixtecos intentaron salir de El Capulín, una comunidad en la región de la Costa Chica, el pasado domingo pero fueron detenidos antes de que pudieran escapar. Con el consentimiento de sus familias, fueron encerrados en celdas de la comisaría de El Capulín.
Los padres de las niñas habían arreglado matrimonios para sus hijas, una práctica común en algunos pueblos indígenas de Guerrero. Las niñas jóvenes se venden en matrimonio por 40.000 a 200.000 pesos (alrededor de US $ 2.000 a $ 10.000), según un informe de 2021 del periódico Reforma, que describió la venta de niñas novias como una forma de esclavitud del siglo XXI.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG) intervino en el caso de las niñas de El Capulín y actuando en conjunto con las autoridades municipales de Tlacoachistlahuaca, lograron su liberación este lunes. Fueron devueltos a sus familias el mismo día.
Las autoridades dijeron a las familias que encarcelar a las niñas y obligarlas a casarse era una violación de sus derechos humanos. La CDHEG y Tlacoachistlahuaca monitorearán su situación para evitar más violaciones.
La noche de las niñas tras las rejas se produjo ocho meses después de que otra adolescente mixteca fuera encarcelada en la región de la Montaña de Guerrero después de que ella también huyó de su hogar para evitar un matrimonio concertado. La familia de Anayeli, de 14 o 15 años según diferentes informes de los medios, había hecho arreglos para que ella se casara con un chico un poco mayor. La madre de la niña había accedido a un pago de 200.000 pesos de la familia del niño.
A las personas menores de 18 años se les prohibió casarse en todo México en 2019, pero hacer cumplir la ley ha sido difícil en algunas comunidades indígenas.
Durante un viaje a la región de la Montaña a fines del año pasado, el presidente López Obrador rechazó las afirmaciones de que la práctica de los matrimonios forzados estaba generalizada y afirmó que una campaña mediática había hecho que la venta de niñas para el matrimonio o la prostitución pareciera un problema mayor de lo que realmente es. .
“No estoy aquí para ver eso porque no es la regla”, dijo. “Hay muchos valores morales, culturales y espirituales en las comunidades. Puede que sea la excepción, pero no es la regla”.
La Red por los Derechos de la Niñez en México condenó rápidamente al gobierno federal por minimizar la gravedad del problema del tráfico de niños en México, incluida la venta de niñas, diciendo que es un delito que el estado mexicano debe investigar y erradicar.
Con reportes de El Sol de Acapulco