Tech revela “lugar de los muertos” perdido bajo zona arqueológica de Mitla

Un equipo de investigadores nacionales e internacionales ha encontrado estructuras subterráneas debajo de la zona arqueológica de Mitla, Oaxaca, a la que algunos relatos históricos se refieren como el "lugar de los muertos" zapoteco.
Para el “proyecto Lyobaa” (Lyobaa que significa “lugar de los muertos” en zapoteco) se utilizaron por primera vez tres tecnologías geofísicas no invasivas diferentes para hacer los descubrimientos, incluido el radar de penetración terrestre (GPR), la tomografía de resistividad eléctrica del subsuelo (ERT) y tomografía de ruido sísmico, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Con estos métodos, las imágenes se pueden combinar para proporcionar un modelo 3D de las estructuras subterráneas sin necesidad de excavación física.
“Encontramos elementos geométricos lineales, que podrían estar demostrando la existencia de otros elementos arquitectónicos, como habitaciones, tal vez… e incluso la de un altar central mucho más grande que el actual, prácticamente el doble de su tamaño”, dijo Denisse Argote Espino, una investigador del INAH.
Una de las razones por las que las estructuras están bajo tierra podría deberse a un colapso causado por uno de los muchos terremotos que han golpeado la región, explicó Marco Vigato, investigador de la asociación de investigación arqueológica del Proyecto de Investigación y Exploración Arqueológica (ARX), el principal financiador del estudio.
Mitla es uno de los sitios arqueológicos más importantes del valle central de Oaxaca. Fue un importante centro religioso y lugar sagrado de entierro, con grandes estructuras con mosaicos complejos y diseños geométricos.
En mayo, el equipo de investigación presentó públicamente los resultados de la primera fase del proyecto, que confirmó la existencia de amplias cámaras y túneles subterráneos en el mismo lugar que, según los documentos históricos, es la entrada al templo subterráneo de Lyobaa.
La tradición local ha sostenido durante mucho tiempo que la llamada entrada al inframundo está debajo del altar mayor de una iglesia católica construida sobre las ruinas por soldados y misioneros españoles que llegaron al valle en 1674. Entre los relatos españoles del sitio, el sacerdote dominico El de Francisco de Burgoa de 1674 se considera el más detallado.
Describió extensos templos y cámaras subterráneos, que contenían tumbas de sumos sacerdotes y reyes. Su relato detalla una puerta de piedra que conducía a una caverna profunda a 30 leguas (más de 100 millas) bajo tierra. Según Burgoa, los misioneros creían que Lyobaa era la “puerta trasera del infierno” y sellaron todas las entradas, dejando en pie solo los palacios de la superficie.
El estudio se realizó en colaboración con el Proyecto ARX, el INAH y la Universidad Nacional Autónoma (UNAM). Los investigadores están planeando otra investigación geofísica para septiembre, enfocada en localizar e identificar las estructuras restantes.
Con informes de El Universal , Wired y ARX Project