Proyecto de adolescente busca preservar el bordado zapoteco de Oaxaca

Una adolescente de Juchitán, Oaxaca, se ha embarcado en un proyecto para preservar el bordado tradicional zapoteco en el Istmo de Tehuantepec y ayudar a las artesanas que lo crean, principalmente mujeres, a acceder a programas de apoyo.
Todos los días después de la escuela, Azul Sicarú Morales, de 16 años, visita las casas de los bordadores tradicionales zapotecas y aprende sobre la historia de la práctica y su relevancia para la identidad de la región.
Como parte de su proyecto, Manos Nube , Morales también está realizando una encuesta sobre las condiciones laborales que enfrentan las bordadoras. Ha visitado artesanos en Juchitán, Ixtepec, Tehuantepec, Ixhuatán y otros pueblos a lo largo del istmo de Tehuantepec, un territorio indígena conocido por sus textiles brillantes adornados con rosas.
Morales ha hablado hasta ahora con 90 mujeres, muchas de las cuales dependen del bordado como su principal fuente de ingresos.
“He escuchado las historias de muchas mujeres que dicen que el bordado es su única fuente de ingresos, que utilizan para mantener a sus hijos, a toda su familia”, dijo Morales. “Hay mujeres que han criado a sus familias con sus bordados, que tuvieron que cuidar y mantener a sus hijos después de que sus maridos las abandonaron”.
Morales enfatiza la diferencia entre los artesanos rurales y urbanos, señalando que los artesanos indígenas confían en el boca a boca para promover su trabajo, ya que no tienen acceso a la tecnología que podría ayudarlos a promover su bordado. Sus negocios tampoco suelen estar legalmente reconocidos.
En enero, el Instituto del Artesano de Oaxaca (IOA) convocó a los artesanos a inscribirse en el registro de artesanos del estado. Una vez inscritos, los artesanos reciben credenciales que ofrecen reconocimiento a nivel estatal y acceso a diferentes programas. La inscripción también les permite participar en actividades auspiciadas por el Fondo Nacional de Promoción de la Artesanía (Fonart).
Sin embargo, Morales señala que el proceso de registro puede ser un desafío para las mujeres que entrevista, ya que puede ser difícil reunir la documentación necesaria. Para el registro se requiere copia de la partida de nacimiento del artesano, comprobante de domicilio reciente, credencial de elector y certificado expedido por una autoridad municipal en el que se especifique su oficio.
Algunas mujeres con las que Morales habló afirmaron que les dijeron que debían iniciar el proceso de inscripción a través de una aplicación móvil.
“Muy pocos artesanos tienen un teléfono celular y saben cómo usarlo”, dijo.
La primera etapa de investigación de Morales consistirá en organizar sus charlas con 100 artesanos. Usando los datos, determinará cómo servir mejor a las mujeres y se asegurará de que el comercio no desaparezca.
Morales enfatizó que esta tarea no debe quedar solo en manos de las autoridades, sino que debe haber un compromiso colectivo para preservar el legado cultural de la comunidad zapoteca de Oaxaca.
Con informes de El Universal